viernes, 23 de marzo de 2012

cada vez me hundo más y más en esos comentarios, esos comentarios que no deberían importarme pero que, sin embargo, me importan demasiado. Cada vez me hundo más en la oscura habitación o en aquel túnel que parece no tener fin. Cada vez mi luz interior se va apagando y se va volviendo oscura, pequeña y negra. Cada vez emito menos felicidad y menos sonrisas, y me voy hundiendo en la misma miseria. Cada vez camino y camino, más y más lentamente y con pasos torpes, que a cada paso que doy me duele más el corazón y me pesa el alma. Cada vez, me dan más ganas de acabar con todos estos sentimientos. 

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