domingo, 8 de abril de 2012

cada vez que pasas a mi lado por la calle me es difícil no temblar al tenerte cerca, me es difícil no sonreír cuando un simple " hola" sale de tus hermosos labios rosados. Es muy difícil disimular. Sabes que estoy perdidamente y locamente enamorada de ti, pero intentas hacerte el estúpido. Se que tu también me quieres, sé que quieres que no lo note. De nuevo pasas y me sonríes, no puedo evitar bajar la cabeza avergonzada, me pondré colorada. Te vas, y no puedo dejar de morderme las uñas por el nerviosismo que se apodera de mi cuerpo. No sabes lo que significas para mi. Para mi, eres como todos los dioses griegos juntos.
Nuevo día, las gotas de lluvia se apoderan de las calles. Te paras enfrente de mi, te da igual que termines resfriado. Recuerdo cuando tus dientes se asoman al formarse una ligera curva de tus labios, ante tal actividad mis piernas tiemblan. Cuando tus ojos azules cristalinos me miran las mariposas se apoderan de mi estomago. Y al fin, cuando tus labios consiguen rozar los míos, mi cabeza da vueltas. Mi corazón, ya es tuyo.

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