domingo, 8 de abril de 2012

puedo ver la última fila del estadio, puedo ver como cada persona de este enorme estadio sonríe sin parar. Puedo ver comos sus ojos brillan y puedo oír como gritan y lloran de alegría. Se que mi música les hace felices, se que están en sus habitaciones cantando y bailando, deseando de conocerme en persona. Pero, ¿merece la pena? después de todo, soy como ellos. Ellos me miran con gran admiración,.comienzo a tocar la guitarra y una hermosa melodía sale de ella, empiezo a cantar y ellos a gritar. Al terminar la canción sonrío, pero no logro sacar una sonrisa de verdad. ¿Ellos ven mi sufrimiento? ¿Mi infelicidad? Claramente no la ven, no se ven caras preocupadas. No les culpo, mi infelicidad es mía, no suya. De nuevo miro las caras de todos, ellos son felices con mirarme cantar y con verme tocar. Son felices con mi música. Si ellos son felices de verdad.
¿Por qué no probar yo un trocito de felicidad?

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